viernes, 29 de enero de 2010

LA CINTA BLANCA

Después de leer que todo el mundo se ha vuelto loco con esta cinta, que las apuestas por su Oscar están cada vez más baratas y ver el tráiler...en el siguiente pase por taquilla no podía dejar de lado la nueva de Haneke.  E hice muy bien. 

Todo empieza con: "Inexplicables acontecimientos perturban la tranquila vida de un pueblo protestante en el norte de Alemania en 1913, justo antes de la Primera Guerra Mundial. Un granero es prendido fuego, dos niños son secuestrados y torturados... El maestro de escuela observa, investiga y poco a poco descubre la increíble verdad..." y los apabullantes minutos que siguen desgranando los misterios de una sociedad presumiblemente perfecta. 
Para contarnos la complejidad de la personalidad humana Michael Haneke se apoya en varios puntales:

-Es una vuelta a la esencia del cine y para ello se decanta por un maravilloso blanco y negro en el que la fotografía de Christian Berger juega con los claroscuros como ha hecho antes la pintura. Se apoya además de los matices con los grises, en los planos fijos o en aquellos en los que a través de un sencillo travelling se mantiene una secuencia durante varios minutos, construyendo un sello del director que marca la diferencia.

-Unos actores que son capaces de descubrirnos grandes verdades a través de sus silencios, desde aquellos que se unen como observadores al espectador como el profesor interpretado por Christian Fredel y la dulce Eva interpretada por Leonie Benesch; pasando por unos niños que entre la belleza, la frialdad y el misterio surgen de un más que acertado casting con actores como Fion Mutert, Maria-Victoria Dragus, Leonard Proxauf, Levin Henning, Johanna Busse, Thibault Sérié, Eddy Grahl, Roxane Duran o Miljan Chatelain, sólo por nombrar a aquellos que tienen gran importancia en la trama. 

-Y por supuesto el último pilar es su maravillosa narración de la difícil incertidumbre del ser humano, con un análisis impecable del fundamentalismo religioso o las apariencias sociales, llenando las dos horas y media con cientos de metáforas sobre la libertad, la muerte, la vida o los pecados mundanos. 

La cinta blanca es el símbolo de pureza e inocencia para recordar la expiación de las faltas, pero durante la película la sucesión de pecados es tan agobiante y cercana que Haneke nos va soltando pildoritas de verdad entre tantas mentiras, teniendo siempre como marco temporal las diferentes festividades religiosas.

Hay tantas secuencias y diálogos que solo puedo mencionar algunas, como el diálogo sobre la muerte entre los hermanos, el plano fijo de la mortaja con la única luz venida de la ventana, la crueldad con el machismo y el maltrato, y el último plano en que el espectador se sube al altar y se convierte en observado y observador a la vez.

Disfruta de una de las películas que dentro de varios años todos los cinéfilos la pondrán en las listas de imprescindibles, y conoce los pecados que se ocultan bajo el velo de un falso amor al prójimo.


"¿Sabe si podemos ayudar en algo?"

"Uno se vuelve sentimental cuando tiene dolores"

"La diferencia es que él conoce la libertad ¿querrás dejarlo libre cuando se haya curado?"

"-¿Qué es muerto?
-Cuando alguien ya no vive 
-¿Y no se puede hacer nada contra eso?"

"Tienes que ser un infeliz para ser tan miserable conmigo"

"Yo el señor, tu dios, soy un dios celoso, que castiga las faltas de los padres a los hijos hasta la 3º o 4º generación"

Si no la has visto ¿A qué esperas? Si lo has hecho ¿Qué opinas tú?

Próximamente más, y si es posible...mejor

1 comentario:

Pablo Hernández dijo...

Me encantó, salí muy loco del cine, acababa de ver algo magnífico!

Una película con una estructura, montaje y narrativa que me deja boquiabierto, que consigue el toque místerioso que todo el mundo quiere dejando "cosas en el aire" para que se formen en la mente del espectador.

Me encanta también, como dices, la apuesta por la fotografía en blanco y negro.

Unos planos muy trabajados, me gustan especialmente el de... prefiero no decirlo y que la gente escoga el suyo.

Sólo me queda decir que tengo muchas ganas de ver Funny Games, que me han hablado bien de ella.

Un saludo y gracias por pasarte! :)