miércoles, 10 de marzo de 2010

PRECIOUS

Una de esas películas que quieren llevar a la pantalla la cruda realidad pero que parece estar llena de arquetipos de lo más profundo de Harlem.
Es un sí...pero no...pero igual sí...ay, pero ¡no sé!
Tragedias concentradas en un solo cuerpo, grande sí, pero uno solo, y que bloquea al espectador que no parece ser capaz de comprender tanta desgracia. 

La sinopsis dice "En Harlem, la adolescente Clareece 'Precious' Jones, una chica negra, que no sabe leer ni escribir, agobiada e insultada constantemente por su madre, con un gran sobrepeso y embarazada de su segundo hijo, es expulsada del colegio por las normas referentes a los embarazos de los estudiantes. A pesar de todo, la directora del centro la apunta a una escuela alternativa para intentar encauzar el rumbo de su vida. Su nueva profesora, Blu Rain por primera vez tratará a Precious de una manera diferente, confiando en sus posibilidades"

Gabourey Sabide debuta como protagonista con una encarnizada víctima de todo lo que le rodea. Junto a ella, Mo'nique con la demoledora interpretación de una de las más despreciables madres que nos ha dado el cine de los últimos tiempos y que ya no tiene sitio en la repisa del salón para tanto premio. La pelea en la escalera de las dos y el diálogo final con la trabajadora social como árbitro son las claves de toda la película. Es la primera vez en mi vida que veo a Mariah Carey y no me entra urticaria, quien lo iba a decir.

En el aspecto técnico Precious no me llamó la atención especialmente, destacan en cierta manera los poéticos sueños para huir de la realidad en los que se ve inmersa la protagonista, con ello parece romper la dureza de las imágenes que vertebran la fotografía de Andrew Dunn.
Bonito guiño con la película "Dos mujeres" de Vittorio de Sica y que dio el Oscar a la Loren, en lo que pareció un augurio para Mo'nique.

Peca de fábula americana con moraleja, es lo que menos me gusta de la cinta, su espíritu manipulador y moralizador. Sin embargo arremolina en sus 105 minutos, diálogos escalofriantes entre la madre y la protagonista, todo ello rodeado de una sensación de disgusto y repugnancia que se manifiesta con el uso de la comida como necesidad vital, la peluca y el carmín como disfraz o el dinero como único catalizador de la familia.

Negra historia de desarraigo que le falta crecer por si misma, quizá demasiado destinada a provocar en el espectador sentimientos concretos, le falta individualidad y no recalcar en todo momento las tipologías de los renegados en la sociedad americana; No falta nada, negros, pobres, disminuidos psíquicos, homosexuales, analfabetos...la verdad es que a medida que pasa el metraje, yo pensaba que si Precious pone un circo le crecen los enanos, parece que no hay fin, ni siquiera cuando la pantalla se funde en negro.

Dura película que te hace dudar del dicho "la realidad siempre supera la ficción", ojalá no fuera verdad.

"El amor no ha hecho nada por mí"




Si no la has visto ¿a qué esperas? Si lo has hecho ¿qué opinas tú?

Próximamente más, y si es posible...mejor

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