"Setenta veces siete" es además de una película de 1962 donde trabajaba Francisco Rabal, una de las frases religiosas que se ha instalado en la jerga popular como expresión del perdón, pero también es un cortometraje de dos jóvenes directores con un brillante juego de tensión e intriga.
Resumido como: "Ni donde, ni con quién, ni porque. Dos mujeres despiertan atadas la una a
la otra en una habitación sin tener la más mínima idea de porque están
allí", es un cuarto de hora de madeja por deshilar con guión de Rosa Cabrera.
El estupendo trabajo de Ana Villa e Itziar Miranda se convierte en el eje del corto, sus interpretaciones señalan el ritmo y consiguen que el espectador no despegue la vista mientras busca resolver la incertidumbre.
La fotografía o el sonido remarcan la angustia que desprende el propio guión.
Una cuerda y dos extremos: la vida y sus porqués
SETENTA VECES SIETE from Rosa Cabrera Díez on Vimeo.
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Próximamente más, y si es posible...mejor
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