Josh Radnor, que lleva la cara y la cruz de ser Ted Mosby en la gigante "How I met your mother", se ha apartado de la búsqueda más difícil de una madre desde la de Marco, y ha conseguido que cual hormiguitas pasemos por taquilla para ver su ópera prima.
Es la historia de Sam, un escritor que mientras viaja a una importante reunión con el editor se encuentra con un niño perdido al que decide acoger, y en medio de este hecho excepcional vemos las idas y venidas de un grupo de treintañeros con pánico al compromiso.
Josh Radnor mantiene ese papel de "clásico vecino del quinto" y desarrolla un guión donde las peculiaridades de cada personaje se funden en una premisa, evadirse ante cualquier acuerdo sentimental duradero, la huída adolescente y el espíritu neoyorkino inspirado en Woody Allen (al que nombran expresamente), toca la fibra sensible del espectador desde la sencillez del embrollo sentimental.
La dulce Kate Mara ("127 horas", "Brokeback mountain") es el centro de la comedia romántica que la película esconde como guinda del bombón, el protagonista trastoca su vida y las historias cortas y largas se enfrentan. Otra de las historias paralelas está encarnada por Malin Akerman como mejor amiga del protagonista, quien angustiada por su alopecia huye de cualquier relación por su miedo atroz a sufrir, pero aparece Tony Hale ("El soplón", "Arrested development"), él no entra en sus cánones, pero quién sabe.
Aunque yo personalmente me quedo con la neurótica pareja formada por Zoe Kazan ("La vida privada de Pippa Lee", "Revolutionary Road") y Pablo Schreiber ("The Wire"), su locura me pareció la más real, la más identificativa, me encantó el momento "dímelo al oído"
El pequeño Michael Algieri, arrastrado por la corriente, se convierte en punto de inflexión de la vida de estos treintañeros desorientados.
No todo es perfecto, ni mucho menos, pero es una primera intentona más que solvente y que me gusta por ese espíritu de peli pequeña que sin buscarlo te llega, con sus fallos (lo del niño queda difuminado y se convierte en una excusa) y sus aciertos (detalles y momentos puntuales que se esconden por el metraje), me conquistó sin necesidad de buscarle justificación, por el rotundo y atractivo "porque sí"
Pese a que ganó el Premio del Público en Sundance y pese a que el boca a boca es mayoritariamente positivo, la crítica ha despedazado la cinta allá y acá. Dejando de lado que a cada uno nos puede gustar cualquier cosa y nadie tiene que imponer una escala de gustos, me temo que sigue en auge esa tendencia abrumadora de la crítica de aplastar cualquier atisbo de ternura y romanticismo sencillo de la cartelera, "Happythankyoumoreplease" no es pretenciosa, es simplemente un retrato de personas normales, con miedos comunes y alejados de vidas heroicas y grandilocuentes, estas vidas pequeñas con las que, al menos yo, conecto y empatizo, pero que a la crítica le provoca sarpullido y acusa de ñoñería.
Josh Radnor no ha querido voltear la historia de la cinematografía mundial, no ha querido mandar ningún mensaje a lo Nostradamus, es simplemente eso...una película entre enredos y naturalidad, que pellizca al espectador y sales de la sala sabiendo que hay sentimientos universales, da igual que estés en Central Park o en la Sierra.
Es la historia de Sam, un escritor que mientras viaja a una importante reunión con el editor se encuentra con un niño perdido al que decide acoger, y en medio de este hecho excepcional vemos las idas y venidas de un grupo de treintañeros con pánico al compromiso.
Josh Radnor mantiene ese papel de "clásico vecino del quinto" y desarrolla un guión donde las peculiaridades de cada personaje se funden en una premisa, evadirse ante cualquier acuerdo sentimental duradero, la huída adolescente y el espíritu neoyorkino inspirado en Woody Allen (al que nombran expresamente), toca la fibra sensible del espectador desde la sencillez del embrollo sentimental.
La dulce Kate Mara ("127 horas", "Brokeback mountain") es el centro de la comedia romántica que la película esconde como guinda del bombón, el protagonista trastoca su vida y las historias cortas y largas se enfrentan. Otra de las historias paralelas está encarnada por Malin Akerman como mejor amiga del protagonista, quien angustiada por su alopecia huye de cualquier relación por su miedo atroz a sufrir, pero aparece Tony Hale ("El soplón", "Arrested development"), él no entra en sus cánones, pero quién sabe.
Aunque yo personalmente me quedo con la neurótica pareja formada por Zoe Kazan ("La vida privada de Pippa Lee", "Revolutionary Road") y Pablo Schreiber ("The Wire"), su locura me pareció la más real, la más identificativa, me encantó el momento "dímelo al oído"
El pequeño Michael Algieri, arrastrado por la corriente, se convierte en punto de inflexión de la vida de estos treintañeros desorientados.
No todo es perfecto, ni mucho menos, pero es una primera intentona más que solvente y que me gusta por ese espíritu de peli pequeña que sin buscarlo te llega, con sus fallos (lo del niño queda difuminado y se convierte en una excusa) y sus aciertos (detalles y momentos puntuales que se esconden por el metraje), me conquistó sin necesidad de buscarle justificación, por el rotundo y atractivo "porque sí"
Pese a que ganó el Premio del Público en Sundance y pese a que el boca a boca es mayoritariamente positivo, la crítica ha despedazado la cinta allá y acá. Dejando de lado que a cada uno nos puede gustar cualquier cosa y nadie tiene que imponer una escala de gustos, me temo que sigue en auge esa tendencia abrumadora de la crítica de aplastar cualquier atisbo de ternura y romanticismo sencillo de la cartelera, "Happythankyoumoreplease" no es pretenciosa, es simplemente un retrato de personas normales, con miedos comunes y alejados de vidas heroicas y grandilocuentes, estas vidas pequeñas con las que, al menos yo, conecto y empatizo, pero que a la crítica le provoca sarpullido y acusa de ñoñería.
Josh Radnor no ha querido voltear la historia de la cinematografía mundial, no ha querido mandar ningún mensaje a lo Nostradamus, es simplemente eso...una película entre enredos y naturalidad, que pellizca al espectador y sales de la sala sabiendo que hay sentimientos universales, da igual que estés en Central Park o en la Sierra.
Una película para sentirte identificado, para ser más happy, para solicitar con please más cariñitos al de al lado, y para que al hacer resumen repitas una y otra vez muchos thank you, ¿Y te parece poco?
Y tú, ¿qué opinas?
Próximamente más, y si es posible...mejor
2 comentarios:
Elena, ¡muchas gracias por esta no crítica! (Lo tuyo no son críticas, son reflexiones siempre acertadas de las películas que abordas). Me has descubierto una historia que me apetece ver desde ya, y más teniendo en cuenta que Josh Radnor me gusta (How I met your mother es la bomba), así que también me apetece descubrirlo más allá de la pequeña pantalla.
Un abrazo y de nuevo, gracias por ese blog siempre tan interesante.
Hola Ana, gracias por pasarte por aquí (y por las bonitas palabras), a ver si cuando pases por el cine y veas la película nos dejas tu impresión, buena o mala, de la cinta aquí mismo. Seguro que sales de la sala cantando "Sing happy" de Liza Minnelli.
Saludos y como diría Barney "Suit up!!!!"
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